Transcurría el 2011, cuando dos amigos, Mario Hanel y Timm Schnigula, dejaron sus trabajos anteriores después de llevar un tiempo elaborando su propia cerveza en un apartamento compartido en el patio trasero de Glockenbachviertel (Múnich), para poner en funcionamiento su proyecto cervecero. Comenzaron alquilando instalaciones para sacar al mercado su primera IPA, la Drunken Sailor. Finalmente, en marzo de 2015 cumplieron su sueño de tener su propia cervecería y convertirse en unos de los pioneros en el panorama de la cerveza artesanal alemana.